domingo, 2 de noviembre de 2008

CEMENTERIOS



La tierra del camino está hecha de la materia con la que se hizo el mundo
Lo que está debajo de la maleza
en el interior de los montes
lo que aguarda bajo el limo o la piedra dura del fondo del mar
es la misma tierra fraguada del polvo único
que somos

Hemos puesto calles en el pavoroso silencio que precede a la destrucción
pero los limos han ascendido por donde baja el agua
quisimos un esplendor más allá de la muerte
y todo volvió a la herrumbre

Muchos cayeron en ignotas tierras
y otros quisieron dejar con las cenizas la memoria del amor por un paisaje
en el que transcurrió el breve instante de la felicidad

Allí no queda nada
no está ya
se ha ido

Y sin embargo
cuando voy a mirar lo que reza el mármol blanco
o la piedra negra sobre piedra blanca
la tierra me engulle
o entra en mi cuerpo desde la planta de los pies
al corazón que sigue moviendo el mismo amor a la madre
a la hija
al padre
a todos los muertos inolvidados
inolvidables

Por eso no puedo ir, hermano
para no dañar más el daño inagotable
sobre mi corazón cansado de latir el campanario
que siempre toca a muerte

Son los cementerios
nostalgia de la consumación y de la eternidad
misterio y silencio
este silencio denso en donde está estibada el alma humana

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