jueves, 19 de agosto de 2010

El Pinsapar / TORRES MÁS ALTAS...





_______ Torres más altas

Me quedo con la buena noticia de que caerá la Torre de Artillería del Castillo de San Sebastián. Un espacio diáfano obtendrá la ciudad para, en ese entorno extraordinario, programar un sinfín de actividades que den vida a Cádiz. Del mal el menos, que se suele decir. Si caen diez millones de euros de los previstos por el Consorcio para la rehabilitación, otros no caen. De tal modo que en lo que, se dijo, no tenía relación con 1812 mucho más de lo que se va se queda.

Estuve no hace mucho, mostrándoselo al presidente de la Corte Constitucional de Colombia. Tuvieron la amabilidad de permitirlo. Nos pusieron dos cascos y un guía. El presidente se quedó con la boca abierta de lo que iba viendo. Subimos a las casamatas, vimos la famosa Torre que tirarán, Dios sea loado, el faro, las dependencias históricas que se restauran, los fosos, los huecos de las cañones, las garitas de guardia… Lo que de militar todavía tiene este castillo… Y el mar. El mar exterior, abierto -"allí está América, Presidente", le decía sonriendo- y el doméstico, familiar, de la Caleta. Con su balneario blanco y el decorado de un Cádiz difuminado por la calima del día y el viento de levante.

El Puente, el Castillo, el Oratorio… y los depósitos de Tabacalera, junto a la Cárcel Real y otros espacios apropiados van a ser los escenarios en donde se realice la conmemoración de 1812. Por no decir la ciudad entera, Pabellón de la Libertad de esta Exposición Iberoamericana del recuerdo de la reunión de los españoles de ambos hemisferios en torno a una Nación española que no era ni podía ser de ninguna familia ni persona, sino de los españoles; de unas Cortes que habían establecido que la soberanía residía esencialmente en la Nación. La crisis económica, no podrá, pues, aherrojar ni ningunear la voluntad de Cádiz por recordar su gesta más heroica: resistir el sitio y asedio de años y construir la epopeya de la libertad de todos.

Diez millones de euros menos, y la torre. A cambio el Castillo de San Sebastián será uno de los emblemas del bicentenario. Lástima que no hubieran hecho una rebaja a la plaza de Sevilla y hubieran tirado la Aduana para construir otro espacio de este Pabellón de la Libertad que será Cádiz. Otros tiempos vendrán porque, ya lo cantaba Camarón, "Na es eterno". Y no imagino una eternidad con la Aduana, y su trasera, fea como un pecado, tapando la entrada de la vieja estación de ferrocarril de Cádiz, restaurada y esperemos que pronto abierta a quienes bajan por miles la escala de los cruceros o llegan en los trenes, que algún día serán de alta velocidad, a la Trimilenaria…

Torres más altas han caído, sin duda.

Diario de Cádiz
El Pinsapar
2010 08 19_

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