Muchos no lo saben pero vivimos un largo invierno, vivimos en blanco y negro. La luz nos llegaba con las falsetas de los temas de Creedence, que no eran los almibarados y maravillosos Beatles, venían de un mundo que también luchaba por la libertad de todos.
Los miro ahora bajo el mismo prisma del asombro de siempre. Y lo comparto con todos, porque puedo, porque quiero, porque me gustaría que nunca más vuelva la oscuridad al mundo.
Creedence...