domingo, 26 de agosto de 2007

TORMENTA DE VERANO




La lluvia me fascina. Venimos de la calor, como se dice en la Andalucía, pese a la cercanía del mar. Y de pronto esta lluvia, esta cortina de agua en la mañana, esta sorpresa, como un regalo este agua, la grisura sobre los árboles, la confusión de mar y cielo, el aire con rugidos de tormenta y esta pertinaz declinación de la vida, este agua sobre las casas blancas, sobre los caminos, sobre el Parque, sobre el noble edificio del Real Instituto y Observatorio de la Armada...

El talento de Guille es el responsable de estas imágenes, tomadas con su teléfono móvil, esta perspicacia para lo inefable de una tormenta de verano, una inusual precipitación de agua, esta lluvia fascinante desde las ventanas de mi casa...

2 comentarios:

  1. Venimos de la calor y quisiéramos volver a la calor…

    La grisura sobre los árboles de mi jardín no tiene nada de poético, la del cielo, no se merece ni dos palabras. El poniente que viene de Bretaña no tiene nada de simpático y la temperatura, que a duras penas alcanza 17°, es "pa matarse".

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  2. De Bretaña vengo yo, de algún modo...
    Te comprendo, Mercedes, pero una tormenta de verano, en la bahía, con el calor que sabes hace algunas levanteras, que todo sea grisura de pronto, y frescor... No me digas..
    Un besito, Gitana.

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