viernes, 3 de agosto de 2007

PISA


Hay que estar allí para verlo. Esas blancuras de mármol sobre el cielo azul, sobre el césped en donde la torre se inclina, donde el esplendor pervive. Campo dei Miracoli. Toscana, maravilla.

Pero la foto es sostener la torre con las manos, inclinarla con un abrazo, esta pirueta insólita, titánica y llena de gracia de la damita en cuestión, de sostenerla con el pie. Ir a Pisa para esta foto...

Además de para comprobar que un tiempo hubo en que los hombres levantaban estos templos para llegar a Dios. Un baptisterio para recibir el agua del bautismo, un duomo para recibir el pan de vida eterna, un campanile para llamar a todos al prodigio de la fe. 

Era una tarde de julio de 2007 sobre el césped de Pisa.

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